Centella asiática
La centella asiática, también conocida como Gotu Kola, es una planta trepadora muy resistente originaria del continente asiático.
En la piel.
La centella asiática es ideal para la piel porque acelera la curación de heridas postraumáticas o postquirúrgicas y de quemaduras de segundo y tercer grado, previene las estrías y la formación de cicatrices hipertróficas y queloides, y ayuda al tratamiento de la psoriasis y otras lesiones cutáneas.
Asimismo, su capacidad para estimular la producción de colágeno y mejorar la microcirculación, la hace excelente para disminuir y prevenir las arrugas y líneas de expresión, así como para combatir la celulítis.
Equilibrio total.
Diversos estudios han determinado que la centella asiática promueve el equilibrio de los sistemas del cuerpo y lo ayuda a depurarse de las toxinas. Durante muchos años se ha utilizado para el tratamiento de diferentes enfermedades como: problemas de la memoria, mentales y de concentración, epilepsia, trastornos nerviosos y esquizofrenia.
Del mismo modo, se han observado sus beneficios en pacientes con cáncer debido a sus propiedades inmunoestimulantes.
Uñas y cabello.
Su acción renovadora de los tejidos, favorece el fortalecimiento del cabello y las uñas.
En las Várices.
Las varices son venas, retorcidas y dolorosas que se llenan de sangre de una manera anormal. La centella asiática combate eficazmente este problema, común en mujeres embarazadas, con exceso de peso o que utilizan constantemente tacones altos.
Otros usos.
Adicionalmente, los nutrientes de esta hierba la hacen muy útil en el tratamiento de enfermedades como la arteriosclerosis, hipertensión arterial, mala circulación, problemas del corazón y tiroides, hipoglucemia, dolencias del hígado, síntomas de la menopausia, reumatismo, esquizofrenia y tuberculosis.